lunes, 1 de junio de 2009

IN MEMORIAM

Los medios de comunicación hoy en día fagocitan vorazmente cualquier información en pos de la inmediatez y la primicia. Todo se bastardea con tal de ser los primeros y luego tal hecho, sea de la naturaleza que fuere, cae en el profundo abismo de lo inane, pasando a ocupar luego en la historia televisiva, el lugar de "nota de parrilla", para un fin de semana nublado donde no podemos salir a ningún lado. Cuando era chico y se producía el fallecimiento de algún héroe de la cultura ( antes en Argentina, la gente leía y debatía y pensaba y se cuestionaba y cuestionaba y muchas otras cosas que hacen a la formación de algo parecido a lo que podría ser una Nación ) y hechos como éstos estaban una semana o más quizás al aire y había un tiempo para descascarar todas las aristas de quien fuera en vida, algún personaje importante de la época. Entre los 60 y principios de los 70, esto dicho sin ningún ánimo peyorativo, hasta las vedettes eran artistas en todo sentido, con lo que implica el peso de este adjetivo.
La demora de esta publicación no es un hecho adrede en cuanto a mi intención de publicarla en el blog, pero si es encender la llama de la memoria en el tiempo.
Fernando Vargas Valencia no quiso que el olvido de los diáfanos tiempos que vivimos, aplastara como chapita de gaseosa sobre el asfalto, los cuentos, el drama, las novelas y las poesías del emblemático Uruguayo, alma directriz de palabras de profunda belleza y devolvió con gratitud y amor a "la víspera indeleble" o "La vida ese paréntesis", con un poema surgido de los más profundo de su sentimiento, allí donde se alojan y quedan mudas y tiesas las emociones ante la belleza del lenguaje, el corazón.

Mario Benedetti Farrugia 14 de septiembre de 1920 - Montevideo, 17 de mayo de 2009

VENENO EN LA NARANJA

(A Mario Benedetti)

Si fuese apenas

cuestión de suerte

encontrar un niño mutilado

que sonríe mientras su respiro

es una agonía que se repite en círculos.

Si fuese apenas cuestión de días

esta lastimera discrepancia

entre lo que se sueña en un cómodo sillón

y la mirada de un veterano de guerra

que tuvo la libertad gigante

de no morir en el intento de defender su tierra.

Cuestión de olvido será la muerte

porque de memoria está hecha la materia

y un pueblo entero gime tras la persecución circular

de los silenciamientos.

Cuestión de suerte habrá de ser

la de tener el fracasado don de la palabra

y pensar que debe haber un puente invisible

entre la imagen de tu cuerpo extasiado por la caricia

y el amontonamiento de cadáveres

que algún soldado de la patria

tuvo que entregar como botín de guerra

para obtener cinco días de descanso.

Cuestión de olvido habrá de ser

quedarse mudo ante un niño con hidrocefalia

mientras las mujeres que aparecen en el cine

se acomodan sus implantes con una sonrisa cocainómana

(naranja mecánica que envenena el cielo).

No sé qué diablos será la suerte,

ni puedo decir qué ha traído consigo desde su lugar de huesos…

Podría decirse que antes de morir supe que cada golpe,

cada carcajada dibujada en las heridas

era el anuncio de un sueño que devora sus manos

para comprender lo que anuncia su ceguera.

Fernando Vargas Valencia

(Bucaramanga, 18 de mayo de 2009)

Intro: Micky Almada

FERNANDO VARGAS VALENCIA
Escritor y Aprendiz de Poeta
http://almiprieto.blogspot.com/
http://morenaflormomento.blogspot.com/
Director Revista Fata Morgana
http://www.mundoculturalhispano.com/spip/IMG/Revista_FATA_MORGANA_UNO.pdf
http://www.mundoculturalhispano.com/spip/IMG/Revista_FATA_MORGANA_DOS.pdf
Abogado Consultor en Derechos Humanos
Investigador Académico
http://www.latinpedia.net/Sociedad/ley/Hacia-un-Dialogo-entre-el-Derecho-y-la-Literatura-ad

1 comentario:

Félix dijo...

Como bien dices en el artículo “Antes en Argentina, la gente leía y debatía y pensaba y se cuestionaba y muchas otras cosas…”. No te quepa la menor duda que alguno de tus lectores/as pueden decir lo mismo de su país o de su entorno, incluso si nos moviéramos en el tiempo llegaríamos a otras épocas en las que el problema era exactamente el mismo: limitar el término “cultura” a lo que conocemos.
No creo que todas las personas hayan perdido su inquietud por aprender, descubrir, comparar, compartir, valorar… a lo mejor nos hemos vuelto más invisibles y silenciosos y como bien dices, los medios de comunicación, en otros tiempos motores de cambio, no facilitan el asunto.
Y me hubiera gustado que alguien más se nos uniera en esta pequeña charla de café para recordar a Benedetti, no para complacernos con lo que ya sabemos y mostrarnos asertivos, sino para entablar un debate sin fin sobre lo que hemos leído y nos ha hecho meditar y muchas cosas más…
Tendremos que seguir pensando sobre nosotros mismos, de la importancia de la compañera que se levanta cada mañana junto a nosotros y de la discusión laboral y de lo que no vamos a tener y deseamos y de lo que desconocemos y del “mosqueo” que te provoca el inmovilismo. A veces, todo eso provoca malestar, pero nadie dijo que fuese cómodo adquirir cultura, aunque de vez en cuando personas como Benedetti nos lo han hecho pasar muy bien.